Repitiendo las palabras sagradas se alcanza el éxtasis religioso. Con las sustancias prohibidas y los sonidos que giran se alcanza el éxtasis pagano. Engañados por el manto de la moral, el religioso y el pagano se encontraron petándolo en la Cuarta Densidad. Convencidos de haberlo hecho bien. Convencidos de haberlo hecho mal.
Hay muchos tipos de fantasmas. En los estados elevados aparecen todos, o la mayoría. No los vemos, pero palpitan con nuestro corazón y respiran nuestra exhalación. No os asustéis. Custodian los secretos que nosotros mismo nos ocultamos. Es por eso que son feos y nos intentan asustar. La pregunta es, ¿Quién tiene miedo a uno mismo?
¿O qué?
Pienso mucho en esta canción últimamente. Como si fuera a convertirme en agua delante de todos.
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