Recientemente tuve la oportunidad de coincidir en un mercadillo (dónde estaba magreando) con Greta Bungle, fotógrafa y campeona del collage, de cuyo trabajo soy fan. Todo el material que tenía expuesto era francamente interesante, pero hubo uno que eclipsó a los otros. El de la foto de arriba.
Tras unas negociaciones poco hábiles por mi parte, finalmente adquirí el cuadro. Llegué a mi casa, le busqué un sitio en el salón. Me senté. Lo miré. Entonces, lo observé *. Y empecé a ver cosas. Cosas sobre mí. Buenas y malas.
Empecé a entenderme con el cuadro. Veía la representación de una mujer. Una mujer bella. Sexy. Imponente. Pero esa sensación de belleza no viene por ser una mujer concreta, si no por ser una mujer abstracta. Una mujer sin rostro es una abstracción de La Mujer. Es bella por todos los elementos que la hacen físicamente mujer, pero no por lo que la hacen mujer espiritualmente, que es el rostro, los ojos.
En lugar de un rostro, hay algo aún más grande. Está el cielo. El Universo. La Mujer, cualesquiera que sea su identidad, como contenedora del Universo.
No puedo hacer otra cosa que enamorarme de esa idea. Mi pasión por el sexo femenino rezuma por todo este blog, y esta pasión se extiende más allá de una identidad concreta, sintiéndome como una fuerza que, en combinación con su opuesta/complementaria, forman el Uno que es el Universo.
La Mujer Universo es sostenida sobre una montaña invertida, es su raíz. A su vez, dicha montaña contiene otras, que incluso quizá represente un valle. O simplemente es una montaña de montañas, sosteniendo con dura firmeza algo tan grande como es la Mujer que encarna el Todo.
La mujer universal. Todas las mujeres. Todas las mujeres, ensalzadas. Respetadas. Todas con estrellas en su interior. Y lo mejor de todo: Todas y cada una están mi salón.
Solo puedo sentirme agradecido por tener tan magno recordatorio del ser vivo que me complementa.
Gracias, Greta.
PD: Antes de escribir este texto, he rebuscado en el blog de Greta hasta encontrar el original y conocer el título de la obra. Cual grande ha sido mi sorpresa al descubrir que el cuadro se llama "Desert", igual que la bella y sencilla canción "Desrt", del grupo chileno Poliedro. Su disco "La Manifestación" ha sido de mis favoritos este año pasado, y la canción, una de las que más he escuchado. De hecho, os enlazo el tema subido por mí mismo. Como podréis imaginaros, es una canción de amor.
* Ya expliqué anteriormente la importancia de observar más allá