sábado, 9 de abril de 2011

Inciso


Los Cuatro Fantásticos son la encarnación absoluta del drama familiar norteamericano. Cuando Stan Lee tuvo la genial idea de introducir el subtexto en los cómics de superhéroes sentó los precedentes para que el género pudiera "madurar", cosa que no ocurriría de forma "oficial" hasta los pepinazos que soltó Alan Moore en los ochenta.

En Los Cuatro Fantásticos tenemos la fricción CONSTANTE de una familia a punto de desquebrajarse mientras lucha contra el mal. Hostias con el Doctor Muerte por la mañana, movidón en casa por la noche. A pesar de que en el presente género no ha prodigado la progresión temporal de los personajes (envejecimiento), Stan Lee vio claro que la magra estaba en asentar unos puntos de fricción muy concretos entre los personajes para hacerles progresar hasta el límite sucesivamente, mientras se relacionan con el villano de turno. Y en el número 27 Stan se tiró un triple de puta madre al respecto.

Namor, el Príncipe Submarino, está enamorado de Sue Storm aka la Chica Invisible (aún no casada con Reed Richards aka Mr. Fantástico). Éste, en un arrebato real, sube a la superficie y la rapta, noqueando a Johnny Storm aka la Antorcha Humana y a Benjamin Grimm aka la Cosa en el proceso. Cuando Richards reaparece, encontrándose el pastel, ésta es su reacción.


Estalla el drama.

En ese momento, suceden dos acontecimientos verdaderamente reveladores a nivel dramático y conceptual.

Reed Richards, líder del grupo y hombre de ciencia en extremo, pierde TOTALMENTE LOS ESTRIBOS y se lanza a los confines de los océanos a buscar a Namor y rescatar a Sue, desoyendo  cualquier consejo de sus compañeros por calmarse.

El líder es llevado al extremo, tras un proceso de 26 números en el que se ha fijado claramente el tótem que representa. Buena jugada, Stan.

Por otro lado, la Antorcha y la Cosa se quedan paralizados, antes su desconocimiento sobre cómo seguir a Mr. Fantástico en el rescate. Entonces, agárrense, acuden a pedirle ayuda nada más y nada menos que al Doctor Extraño (personaje que merece de por sí una entrada, un libro y una estatua conmemorativa), "superhéroe" cuyos poderes consisten en un amplio conocimiento sobre las artes místicas y el ocultismo.

Cuando la ciencia falla, se acude a la magia. Es decir, cuando la mente falla frente al corazón, solo la fuerza de lo que no conocemos puede ayudar.




Cágate.


Para quien quiera profundizar en los conceptos planteados, aconsejo el visionado de la película La Tormenta de Hielo de Ang Lee, la cual comienza con una reflexión parecida respecto al cuarteto.



Y también aconsejo, obviamente, la lectura de Los Cuatro Fantásticos.

2 comentarios:

  1. dios!!! qué iluminación pedazo de cabrón. está de puta madre esa reseña, me ha encantao!!! 5 pulgares arriba!!

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