Es normal, estás harta de enterrarme
Y volverme a ver al amanecer
Con otra sarta de poemas
En los que no quieres creer
No hace falta
Celebro la vida en vidrio
Y, con discreción, el delirio
Del ávido ególatra que da la lata
En la procesión de las ratas
No hace falta
Hasta tu espejo lo constata
No quieras creer lo que tu corazón delata
No mires atrás, no metas la pata
Pero el verdadero amor siempre deja trazas
No hace falta
Maúlla la gata, crepita el vinilo
Nunca estoy solo, siempre estoy conmigo
Y con mi pobre lápiz, pidiéndome tu olvido.
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