INTRODUCCIÓN:
Cualquier cosa en esta vida que goces, que te defina o que
te dé de comer acaba exigiendo una toma de postura. Esto es, dentro de los
elementos del tema, elegir cuales son más auténticos y cuales los más nocivos
para el propio movimiento, disciplina o hábito. Como DJ, esta dinámica de
pensamiento no me es extraña, pues la profesión (y el acto de la ambientación
musical en sí) ha visto muchos cambios, sobre todo tecnológicos, que han
terminado por generar un cisma entre formatos de pinchar y géneros musicales
tan grande que podemos llegar a dudar sobre lo que realmente es un DJ.
Como digo, he pasado mucho tiempo con esa dinámica mental y quiero pararla. Con el presente texto pretendo encuadrar las dos escuelas
principales de pinchar (por llamarlo de alguna manera) a nivel profesiona, definirlas (a base de
generalizar, soy consciente) y ponerlas una enfrente a la otra para que luzcan
sus glorias y miserias delante de nosotros para poder hallar sus principales valores, así como remataremos al final del
texto los varios cabos sueltos que este esfuerzo catalogador tendrá que dejar a
su paso.
DJ Tradicional
Descripción: Básicamente, el DJ en vinilo. El concepto de
pinchar originalmente popularizado en los 70 y del cual han devenido el resto.
La popularización de esta figura fue tal que las canciones (fueran de disco o
no) empezaron a tener principios y/o momentos abiertamente instrumentales y pensados
para ejecutar la mezcla. Esto se pudo hacer físicamente gracias a la aparición
del MAXI-single, reformulación del concepto single de 7” pasado a 12”, aunque a
la misma velocidad.
Contexto: Durante los 70 aparecen dos tipos de DJs
diferentes, aunque extremadamente ligados entre sí. Uno, el DJ de discoteca.
Dos, el DJ de hip-hop. Los dos vibran y se vertebran por la música
afroamericana del momento, pero con matices. El primero logra crear cambios en
la industria de la música, así como que
populariza un nuevo tipo de espectáculo nocturno. El segundo fue el elemento
clave que funda el movimiento hip-hop y que llevaría el acto de pinchar hasta el nivel
de arte con la creación del
turntablism. La propia filosofía del hip-hop,
basada en parte en la búsqueda del conocimiento y en respeto por los ancestros,
convierte al DJ en un incansable buscador de vinilos que llegará a tachar las
galletas de los mismos para que nadie pueda saber qué temazo está pinchando,
incrementando así su prestigio.
Ambos tipos de DJ hasta el día de hoy se siguen
retroalimentando. Principalmente, porque al primero le gustaría tener el estilo
y la filosofía del segundo, y al segundo le gustaría tener la pasta e
influencia del primero.
Conseguir la música: El DJ Tradicional, hoy, ayer y siempre,
compra discos. Si son nuevos, además tienes la consciencia de que estás
apoyando de verdad al artista, mientras consumes su obra en formato de gran
calidad. Si son vinilos viejos, te espera todo un mundo de aventuras a la búsqueda
del recóndito partepistas. Todavía en el año 2014 existe gran cantidad de
música en vinilo que no está digitalizada ni circulando por internet, así que
el medio aún ofrece momentos excitantes. En tu tienda de discos local es posible que encuentres buen material a precio razonable.
Pinchar la música: La elaboración de la mezcla en vinilo es
muy complicada, y originalmente solo se podía llegar a ella tras escuchar mucha
música y hacer todavía más pruebas. Al tener todos tus temas en
función del BPM que elijas, procedes a construir la mezcla. Y aquí empiezan
todo tipo de pruebas, pues cada vinilo se encontrará en un estado de
conservación diferente. Probablemente, con distintos volúmenes. Con distinto
peso y acabado, haciendo su manipulación más complicada. Y conllevando un
desgaste de cada grabación que, si pasas 20 años pinchando el mismo disco,
acabarás viendo.
Aparte, has de saber calibrar el plato a tu gusto para estar
suelto y hacer un rápido cálculo mental de cuenta fuerza puedes aplicar al
manipular el tema, porque un salto de aguja en el momento justo que sueltas la
canción puede ser sencillamente mortal.
Si esto fuera poco, debes de llevar de cabeza (o apuntado, aunque
no es muy útil aquí) todos los puntos de entrada y salidas de los temas (CUE),
que según el género que mezcles te permiten más margen de error o menos.
Valoración positiva: El DJ tradicional vive en una
permanente
búsqueda del beat perfecto, donde el hecho de estar en un garito
escuchando ese tema no solo refleja tu buen gusto, sino el tiempo que lo has
buscado y el dinero que has podido invertir. El acabado de la mezcla refleja
también horas y horas de trabajo que se materializan al subir a la cabina, y
muchas veces es ahí donde se quedan.
A pesar de cómo internet ha alterado profundamente la figura
del DJ tradicional, a día de hoy todavía sigue pudiendo ir a una tienda de
discos cualquiera y encontrar un temazo por cuatro duros y partir la fiesta,
aún sin mezclarlo. Esa es la verdadera magia de la profesión.
El DJ tradicional supone un preservador de las formas
primigenias de proceder y, desde la perspectiva del hip-hop, está bañado por la
constante necesidad de innovación y superación.
Valoración negativa: En un mundo indiferente hacia todo lo
que suponga un esfuerzo real, pinchar en vinilo no recibe de forma extendida la
valoración que se merece, ni por parte del público ni de los promotores. Por
esto hay que llevar casi siempre el propio equipo a las sesiones, encareciendo
así las mismas y dificultando aún más que estas se produzcan.
Una devaluación de las sesiones en vinilo conlleva también
una falta de interés e inspiración por parte de los DJs, que se ven echando
horas para hacer algo con un final poco valorado y aún peor pagado. Todas estas
trabas, claro está, alejan a las nuevas generaciones y hacen del paso de la
antorcha algo incierto.
Por si todo esto fuera poco, internet ha marcado a fuego el
precio de todos los vinilos de la Historia, así que ahora, cuando escuchas el
temazo en el garito, no tienes totalmente la consciencia de que lo ha
encontrado cogiendo polvo por ahí o lo ha heredado. Ahora siempre cabe la
posibilidad de que haya soltado las cantidades abusivas de dinero que piden por
ciertos discos. Y eso le quita el encanto y condiciona la calidad a un factor
económico.
Descripción: Habitual en los contextos electrónicos, indies
y de cualquier género creciente, el DJ Contemporáneo controla todas las
tendencias en boga y tiene medios para mezclarlas a la perfección.
El progreso tecnológico, unido a la consolidación del DJ
como figura indispensable de la noche, han dado con un nuevo estado de
creación en la cabina nunca antes visto.
Contexto: El mundo del DJ, ligado desde su origen a lo
avanzado y a la frescura, va aceptando y adaptando progresivamente todos los
cambios tecnológicos y musicales. Los 80 encubran al DJ de electrónica mientras
la influencia del hip-hop se pierde (o relativiza). Los 90 traen los
mezcladores de CD, que ya supone el primer vuelco generacional hacia un formato
más manejable, aunque no por ello de mejor calidad. Los 00 entran en barrena
con el formato MP3 y su segunda oleada de cambios en el medio para consumar por
fin en la presente década de los 10 donde las posibilidades a la hora de
seleccionar, mezclar y producir el material para pinchar son inmensas. Tal es el progreso que se puede
pinchar temas en digital usando tocadiscos (Serato, Traktor, etc).
Conseguir la música: El DJ Contemporáneo tiene acceso a una
cantidad de música prácticamente ilimitada. Música la cual puede encontrar
incluso en formatos de alta calidad, lo que hará del sonido de la sesión algo
más mimado. Además, el DJ Contemporáneo puede hacerse con toda esa música
gratis, lo que puede conllevar un catálogo de temas muy amplio. La opción de pagar la música también está disponible, claro.
No todos los DJs contemporáneos aprovechan las trampas.
Pinchar la música: El desarrollo de la tecnología ha hecho
de pinchar un proceso poderosamente más cómodo que antes. Actualmente puedes
ordenar y analizar el BPM de los temas y hacer tus selecciones. En esos mismo
temas, ya dentro del programa de pinchar, puedes marcar los puntos de CUE y
lanzarlos con el disparador como quieras. Puedes observar también en la
pantalla toda la onda sonora del tema y cómo éste va transcurriendo, señalando
también los compases. Existe incluso la tecnología que te permite analizar
tonalmente las canciones, y para conjugar todos estos detalles a la perfección
dispones de un botón para cuadrar automáticamente los temas. Todo esto, y
alguna cosa más que seguro ignoro. Conseguir un acabado excelente en una sesión es algo
bastante sencillo para el DJ contemporáneo.
Valoración positiva: El DJ Contemporáneo dispone de todo
tipo de posibilidades y facilidades a la hora de pinchar. Aun siendo el
espectáculo muy complicado, la maquinaria es fácil de usar, transportar y
reemplazar. El software ofrece un abanico de posibilidades en constante
crecimiento y puedes acceder a prácticamente toda la música registrada de la
Historia en buena calidad. Y gratis.
El DJ Contemporáneo es frecuente en ambientes donde se
valora más la figura del DJ, y trabaja con géneros musicales que no suelen
entrañar gran dificultad a la hora de mezclarlos.
Valoración negativa: La cantidad de esfuerzo puede
llegar a ser tan mínima que es casi vergonzoso pretender cobrar lo que algunos
cobran. El máximo trabajo está en la selección y preparación del material, que
tampoco entraña un gran misterio. La tecnología actual dificulta a la audiencia
saber si el DJ que están escuchando está haciendo algo realmente, o incluso si
ese algo realmente se puede considerar hacer algo.
Parte 2.