"As I lay me down to sleep I hear her speak to me"
El pasado 1 de enero, ese total y absoluto genio
contemporáneo que es Kanye West liberó el tema “Only One”. En el corte,
dedicado a su familia, la madre de Kanye le habla mandándole un mensaje de
amor, paz y serenidad respecto a su mujer, su hija y su mundo en general.
Además, el tema marca la primera colaboración oficial de Yeezus con el célebre
Paul McCartney, miembro de The Beatles y The Wings.
Esta colaboración ha despertado todo tipo de
polémicas, desde la indignación general al ver cómo la juventud ignoraba quién
era Macca hasta aquellos que han criticado que la aportación del beatle se
limite poco más que a improvisar al teclado mientras Kanye se pierde en una
espiral de emociones auto-tuneadas. Para mí, el tema es una acertada joya con
más profundidad y simbolismos de los que parecen, todos ellos muy acertados.
"You´ll keep on risin´ til the sky knows your name."
Lo que de primeras más me llamó la atención fue la
extrema humildad del corte. Lo normal cuando artistas contemporáneos son
bendecidos con la aportación de alguna leyenda de este calibre es hacer
recargadas producciones que llenen de grandeza la canción para alcanzar la
altura del invitado, generalmente con resultados cuestionables. Aquí Kanye se
queda a solas con Paul, sin apenas aditivos. Es más, Paul aporta un grado mayor
de humildad al no cantar y centrarse en el rhodes como alfombra en la que los
sentimientos de Ye viajen. Todo rezuma una naturalidad envidiable, y es gracias
a que este tema surge de la tranquilidad de unas sesiones de studio en las que
básicamente ambos se arrojaban ideas el uno al otro hasta dar con algo. Solo
hasta aquí el tema ya es bastante significativo, pero la cosa va a más. El
corte remite a composiciones y detalles de la época beatle de Paul que no
considero nada casuales, y que pueden suponer un paso decisivo en la Historia
de la Música.
Por ejemplo, Paul no es para nada ajeno a las
temáticas desarrolladas en el corte. Él es responsable de “Let It Be”, donde el
propio título son unas palabras dicha por su difunta madre a él, en sueños.
También es autor de “Hey Jude”, dedicada a uno de los hijos de Lennon. Ambas se
construyen con el piano de base, y ambas tienen cadencias que resuenan en “Only
One”. El tema además hace un guiño puntual a “Hello Goodbye” e incluso mete la
palabra “wings” al final. Probablemente no esté relacionado, pero esta misma
ambigüedad recuerda a cuando Lennon evitaba usar la palabra en sus canciones
para que el público no quisiera ver algún tipo de indirecta entre los ex-compañeros
de grupo, así como algún otro guiño que quizá se me escape.
"I talked to God about you. He said he send you an angel. And look at all that he gave you. You asked for one and you got two."
¿Son todas estas conjeturas meras casualidades, o está
Kanye intentando algún movimiento más allá del musical? Lo cierto es que es
difícil no relacionar ambos actos. A nivel de números, Kanye hace ya un tiempo
que superó a The Beatles. Esto es comprensible cuando uno se percata de que la
cantidad de canales de difusión y venta, así como el número de medios y
entidades dedicadas a la música (y a premiarla), han crecido exponencialmente
de los 60 hasta ahora. Personalmente, Kanye es el único artista mainstream que
ha tenido en un plazo de diez años una progresión comparable con la de los de
Liverpool, tanto en crítica como en público.
Comparten además la influencia
masiva, la creación constante, la innovación como bandera, la contradicción
propia de ese estatus, el caos vital como trance compositor, la superficialidad
puntal, el tonteo esotérico/conspiranoico, la vanidad aparente, y así podría
seguir. Todos estos elementos no solo se encuentran en ambos
actos, sino que son los elementos más reconocibles del pop de entonces y del
rap de ahora. Que el rap es el nuevo pop es algo obvio y que todo el mundo
debería haber asumido ya. Pero esta jugada de Kanye lo lleva a un nuevo nivel.
"No, you´re not perfect but you´re not your mistakes."
Con este tema (y quizá con el resto que han grabado y
están por publicarse) Kanye no sólo está demostrando fuera de toda duda que el
R&B/Rap es el nuevo pop, sino que el propio Paul acepta la cesión de la
corona (como, de otra manera y en otro tiempo, hizo con Michael) al ocupar en el tema el mismo papel que ocupó Billy Preston (el quinto
Beatle) en muchos de los cortes más míticos de The Beatles en la última época:
mantenerse al margen, en silencio, ensamblando el caos para convertirlo en orden, aportando todo su sentimiento y experiencia.
En Preston, esta experiencia era el vasto tute que llevaba como teclista y
compositor de soul y que frenó parcialmente la disolución del cuarteto. En Macca, simplemente todo. El rap y el pop salen por fin
del armario, con las manos cogidas, hermanando así las tradiciones musicales
blancas y negras.
Asistimos pues con esta canción a un paso clave en la
Historia de la Música, a una nueva demostración del talento de Kanye más allá
del sonido y a la constatación de que la larga experiencia y benevolente
humildad de Sir Paul McCartney lo hacen merecedor de su grandeza.
"And next time when I look in your eyes we´ll have wings and we´ll fly."